lunes, 24 de agosto de 2015

ESTIMULAR EL AUTOESTIMA INFANTIL

El autoestima es reforzada con cada una de nuestras experiencias, la infancia es una de las etapas de la vida en la que las experiencias que tenemos son determinantes ya que influyen en la formación de nuestra personalidad y en el desarrollo de varias herramientas psicológicas que son de gran ayuda en nuestra vida adulta.

Todos debemos preocuparnos por construir una buena autoestima para nuestros hijos, para ello es necesario considerar su temperamento, habilidades, fortalezas, debilidades, mecanismos de defensa, expectativas e intereses.

Los siguientes consejos prácticos te pueden ayudar a estimular el autoestima de tu hijo:

Dele Responsabilidades: Incentiva al niño a ocuparse de tareas con las que empiece a tomar responsabilidades. Refuerce estas actividades mostrándolas como algo positivo con el fin de crear compromiso, procure exigirle a realizarlas adecuadamente, debe cumplirlas a tiempo.

Estimule la Participación: Tome en cuenta la opinión del niño para tomar algunas decisiones, y permitale resolver problemas por sí mismo.

Refuerce sus logros: Refuerce las buenas conductas de su hijo, con agradecimientos o elogios, y en ocasiones incluso con premios.

Límites claros: Marque límites, permita que sus hijos sepan hasta donde pueden llegar. Planteen consecuencias negativas a sus malas acciones y no las deje como una amenaza que jamás se cumple.

Resolución de problemas: Permita al niño resolver solo sus problemas, si obtiene una mala calificación incentivelo a estudiar mas, y haga que el niño vea las consecuencias de esforzarse más por sí mismo, permita que el niño entienda que un error o una debilidad puede convertirse en un aprendizaje.

Críticas constructivas: Deja de lado los insultos porque no favorecen el autoestima del niño. 


AUTOESTIMA



 La forma de vernos a nosotros mismos, lo que creemos ser, las cualidades, competencias, emociones y valores que nos atribuimos, forman una “imagen personal”.


Por lo tanto el AUTOESTIMA es la valoración que hacemos en base a esta imagen que vamos formando de acuerdo a nuestras experiencias.


 Es muy importante la autovaloración que nos damos, ya que de acuerdo a esto tenemos mayor o menor oportunidad de desarrollar nuestro potencial y lograr nuestras metas.


 Las personas que se sienten bien consigo mismas son capaces de entablar mejores relaciones con su entorno y desarrollan más capacidades para enfrentarse a los obstáculos y responsabilidades  diarias y resolver problemas. Quienes tienen un autoestima baja tienden a fracasar ya que presentan dificultades en los elementos anteriormente planteados.




LA HISTORIA DEL LÁPIZ

El niño miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó:

–¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, quizá, una historia sobre mí?

El abuelo dejó de escribir, sonrió y dijo al nieto:

–Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.

El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial.

–¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!

–Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo. 

Primera cualidad: puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. A esta mano nosotros la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad.

Segunda: de vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final está más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.

Tercera: el lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.

Cuarta: lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.

Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará trazos, e intenta ser consciente de cada acción.



PAULO COELHO

miércoles, 19 de agosto de 2015

AUTO CONTROL MENTAL - OLAS DE RELAJACIÓN



Si usted desea relajarse a solas y en su hogar pero siente que no lo consigue sin que alguien lo dirija este video le servirá de guía, procure practicar la relajación en un lugar libre de ruidos y distracciones. 

AUTO-MASAJE GLOBAL DE LA MANO. RELAJAR LOS MÚSCULOS DE LA MANO.



El presente video nos permite conocer la importancia de automasajear nuestras manos y explica claramente como hacerlo.

AUTOMASAJE EN LAS MANOS

Existen varios nervios en las manos por lo que un masaje aun sin contar con conocimiento de reflexología, beneficia nuestras manos y otras zonas del cuerpo a las que nos conecta, las manos son uno de los puntos más sensibles al tacto, y es con ellas que realizamos la mayor parte de nuestras tareas diarias, nuestras manos nos permiten también realizar gestos y movimientos, en ellos empleamos varios músculos, tendones y articulaciones, es por ello que relajar esta parte de nuestro  cuerpo nos aporta muchos beneficios.


Masajearlas por pocos minutos ayudar a reducir o eliminar tensiones así como también ayuda a prevenir la aparición de varias afecciones que van desde tendiditis hasta dolencias reumáticas.


En nuestras manos se concentran zonas reflejas y miles de terminaciones nerviosas que las conectan con otros órganos y sistemas de nuestro  cuerpo.


TÉCNICAS


Flexión y extensión: Cerrar las manos haciendo un puño y luego abrirlas muy lentamente, lo máximo que se pueda.

Movimientos circulares: Con un puño cerrado, trabajar mediante movimientos circulares para flexibilizar los músculos, los tendones y las articulaciones.

Estirar los dedos: Colocar el pulgar en la base del dedo meñique de la mano contraria y, presionando suavemente, estirarlo hacia atrás. Hacer lo mismo con todos los dedos de ambas manos.

Frotación: Frotar suavemente las dos manos unos segundos, como se hace al lavarlas, e ir aumentando la fuerza de frotación. Finalmente agitarlas con energía, concentrando la atención en la sensibilidad de los dedos.

Masajeo: Con una crema o aceite, a los que se les puede añadir unas gotas de árnica, o una crema específica reparadora, masajear cada centímetro de ambas manos con la yema de los dedos pulgares, primero de una mano y luego de la otra. Podemos variar la presión y la velocidad y entretenernos en puntos donde exista más tensión o incluso dolor.