En un mundo lleno de estímulos negativos y estresantes que se muestran por donde quiera que uno va, ya sea porque todos están en una prisa constante o con afán de prosperar ante tanta competencia, los estímulos agradables por más pequeños que sean tienen un gran valor en el bienestar de una persona, los abrazos son uno de esos estímulos que aportan al equilibrio biopsicosocial de una persona debido a que libera hormonas y químicos en nuestro cuerpo que nos aportan felicidad, estabilizan nuestras emociones y nos permiten sentirnos más a gusto con nosotros y quienes nos rodean.
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